Lo que la pandemia nos ha dejado y nos deja es claro y me lo llevo como días para el recuerdo y por querer seguir avanzando.
Me llevo a las buenas personas y profesionales que veo en el día a día y me llevo las ganas que veo que tienen por salir adelante, y tú?
Me llevo a esas personas que trabajan para una marca y son sus embajadores por lo bien que hacen su trabajo.
Me llevo esas conversaciones fortuitas que se generan mientras esperamos en la cola de la caja de un supermercado, de la panadería del barrio donde compramos el pan, por la calle con nuestro café, en el parque o delante del mar.
- él – ¿está bueno el café? –
- Yo – sí!-
- él – Parecemos pobres en la calle –
- Yo – No, lo que sí es que nos adaptamos a las circunstancias –
- él – Lo malo es cuando llueve –
- Yo – Pues, en una mano el paraguas y en la otra el café, o debajo de un soportal (que ya he escuchado a alguien decir que ha hecho una reunión así) –
Me llevo que la cultura sigue siendo segura y debe ser considerada como de primera necesidad, los libros son necesarios, nos acompañan y viajamos con ellos a través de sus letras que es otra forma de viajar.
Me llevo que la conectividad existe, aunque no podamos tocarnos, cuando es verdadera y necesaria.
Me llevo que «Con el amor bastaba» que es además uno de los libros que estoy leyendo porque las diferencias hay que protegerlas siempre.
Me llevo todo lo que ha pasado en éste año y que ha sido único, digno de una nueva realidad y que es posible que acabe con uno de mis sueños por cumplir.
Me llevo el poder seguir tomando café en calle, en barra o en mesa, en casa o en el lugar de trabajo contigo y conmigo. ¡Esos momentos me llevo!
Seguimos.
Vivo en detalle la vida y las ventas 
Un comentario en “Me lo llevo.”