
No sólo creo que La vida es venta como dice mi amiga Inés en su libro y de toda la experiencia que lleva acumulada en ventas. De los dos libros de la foto: uno que compré a La Casa del Libro y que regalé como detalle firmado a mi amigo Óscar por lo bueno que compartimos en ventas, marketing, y la buena relación que hemos comenzado a raíz de ese artículo que os comparto. El libro es altamente recomendable, y no es que lo diga yo, si «googleas» un poco verás que estoy en lo cierto y agradecida a Inés por habérmelo dedicado y regalado tras su publicación y la buena relación que tenemos entre comerciales que se aportan para seguir mejorando día a día.
También creo que La vida es un evento como acontecimiento de cierta importancia y la vida que vivimos, la nuestra para vivirla intensa, y protagonistas del estilo de vida que hemos creado
Según la RAE suceso de importancia que se encuentra programado, acontecimiento o una cosa que sucede y acción detectada por un programa.
Nuestra vida es evento en lo personal y en lo profesional con nosotros mismos y con las personas que nos relacionamos según el proyecto en el que decidimos estar o en el que nos adjuntan para llevarlo a cabo.
Como todo evento tiene un programa y una agenda que cumplir, en nuestra vida vamos programados y una tareas que hacer. Si no se cumplen, se posponen o no se hacen, y el trascurso de la vida/evento cambia y debemos su ejecución en tiempo real, sin perder la esencia de lo que se había marcado en cada detalle.
En el transcurso de la vida como de un evento, conocemos a muchas personas que pertenecen a diferentes sectores y cada una aporta lo que le concierne para llevar la tarea que se tiene encomendada a su realización.
En la vida como en un evento hay partes que no se ven: lo que llamamos «backstage», trastienda, entre bambalinas, en los camerinos, en el montaje… y las que se ven: en escena, en escaparate, en el escenario, en el estrado y en la calle.
La vida como un evento requiere de comunicación, contar lo que somos y lo que hacemos a ojos de los demás: nuestros clientes y los que asisten para ver. Desde la llegada de Internet, la comunicación se amplifica, y a los canales offline se suman los canales online que cobran mucha fuerza incluso si no los gestionamos directamente.
¡Recomiendo que sí se haga una integración de ambos canales de forma consciente y profesional!
¡ Feliz venta ética y digna !