¿ Cuántas veces hemos escuchado que todos tenemos una historia que contar ? sí ¡ es verdad, muchas ! cada uno de nosotros tenemos una historia: buena, mala o regular no es la respuesta, LA ÚNICA RESPUESTA ES que es TU HISTORIA : única y diferente. Estoy muy a favor de crear nuestro propio estilo de vida que nos hace ser coherentes y consecuentes con nuestros valores : los que nos han inculcado desde pequeñitos nuestros padres y los que vamos adquiriendo fruto de nuestras experiencias.
Ahora que estamos terminando el año y cuando hago balance de lo ocurrido puedo afirmar y reafirmarme que: «Soy las experiencias que he vivido, los momentos que he compartido y disfrutar Ahora».
Ahora bien, en los primeros 7 años de nuestra vida nos la jugamos y bien, es cuando formamos nuestra personalidad: aprendemos a hablar, a andar, a comer, a masticar, a leer, a escribir, a nadar, andar en bici… APRENDEMOS A VIVIR
¿ verdad ? En mis primeros 7 años supe lo que era enfrentarme a la realidad de que alguna compañera de colegio se riera en mi cara por llevar gafas y llamarme así: «cuatro ojos» – ¡ que crueles son los niños ! – ¿ a quién no le ha pasado algo similar ? Afortunadamente, aquello de llevar gafas que fue un drama cuando era niña, hoy es un complemento imprescindible de mi «total look» a la vez que salud visual para mis ojos. Cada una de las actividades que se aprenden en los primeros 7 años y con las que hoy en día todavía disfruto un montón. Caminar por la playa o por el campo, disfrutar de una comida, pasión por la lectura y el gusto por escribir ( y ¡jamás dejaré de hacerlo! ). Recuerdo perfectamente las primeras clases de natación dónde nos colgaban del cuello un caballito de mar de diferente color según íbamos pasando el nivel de aprendizaje. Tampoco me he olvidado de la mítica bicicleta «BH» de color blanco en la que he aprendido a pedalear y que compartía con mi hermano menor.
Sentía la curiosidad por aprender y la sigo teniendo… el gusto por los atlas, y ya con 8 años me sabía las capitales del mundo entero, ya apuntaba con las ganas de viajar siempre, y conocer otros lugares en viaje corto o largo…, cogía una bolsa, la que fuera y siendo bien pequeñita decía: – ¡Adios, me voy de viaje! – jajajaja 😉
Podría haber desarrollado mi carrera profesional como tenista o baloncestista, sobre todo el deporte de la canasta: ¡ lo que me gustaba y entrenaba con el equipo femenino del cole en sus distintas categorías y que compite con otros colegios!. Pertenezco a esa GENERACIÓN X ( 1971 ) que tenía como líderes e inspiración a los míticos y más como Fernando Romay y Jose Luis LLorente que he vuelto a ver no hace mucho en la celebración del evento en el que trabajé con un gran equipo, donde ellos confirmaron su asistencia como ponentes e inspiradores a todos los que en Campus Madrid se dieron cita un sábado por la mañana ¿ Quién no recuerda, a ti que te gusta el baloncesto como a mi esa revista: Gigantes del Basket para saber más sobre la actualidad del baloncesto ? y que aprovechaba todos los momentos libres para leerla e incluso aquellos en los que debería estar haciendo los deberes del cole.
¡¡¡ Gracias papá por transmitirme tu pasión por el baloncesto !!!
Habiendo finalizado ya los estudios de EGB y Bachillerato con los que termina tanto la etapa del baloncesto como la de tenis, y pasar a preparar oposiciones durante tres intensíiiiiisimos años en mi ciudad natal que es Orense, que coincide además con la salida del nido familiar cuando cumplía los 18 años y el resultado del intenso trabajo es haber aprobado tres oposiciones sin plaza, ¡ Imaginad la cara que se me queda cuando me dicen que han aprobado más personas de las plazas convocadas !. Después de reflexionar si seguir intentando o no conseguir un puesto de trabajo para toda la vida, tomé la decisión de que NO! y ponerme a trabajar de lo primero que apareciera, así entre contacto y contacto ( lo que hoy llamamos «networking» conseguí mi primer trabajo remunerado siendo encuestadora durante dos años en una empresa de estudios de mercado donde tomé aprendizaje de la actividad comercial a puerta fría y en grandes áreas comerciales.
Así entre La Coruña y Orense mis primeros 27 años de una niña tímida en su infancía y con una educación recibida en valores y en hacer deporte. Además tengo presente una frase que nos decía mi padre: – ¡¡ Sentidiño… o hacer las cosas con Sentido Común !! –
Gracias por estar ahí, nos leemos en la siguiente entrega desde los 27 años a la actualidad. ¡¡¡ SEGUIMOS !!!
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